En este tema, la verdad, me enteré más del problema, precisamente leyendo Clarín. No soy especialmente K, ni contra, sencillamente soy un ciudadano común, demasiado ocupado para ver televisión y cuyo único vicio es tomarme un cafecito leyendo el diario a las 8 de la mañana.
No me hubiera dado cuenta de la situación de Clarín, sin que precisamente ese diario me la informara.
Lo hizo por el método de lo contrario, me llamó la atención los virulentos ataques al gobierno K.
En un principio, livianamente, me sentía identificado con las cosas que decían de los K, una de las razones es que soy de clase media, y realmente pienso que somos el jamón del sándwich, salimos perdiendo en todas, somos los blancos de la inseguridad, porque no contamos ni con medios para pagar seguridad, ni somos violentos como para defendernos.
En el sentido que todos se quejan, de alguna manera me vi afectado. En esas cavilaciones mayormente perdido, mientras leo el diario, puedo ver desde donde suelo sentarme, la mugre que cubre la ciudad.
Mientras meditaba en ello, me di cuenta de repente que pago el subte el doble que antes porque a un señor, por llevarle la contra a la K, en los 5 min que se hizo cargo del subte, duplicó el precio por que sí, como él mismo hizo saber, ya que no tuvo tiempo de analizar costos, de manera que ese monto, es injustificado.
No termina de hacerse cargo de nuevo, que sin hacerlo, ya sabemos lo que va a pasar: va a seguir aumentando.
Mientras, la ciudad sigue sucia. ¿Proyectos?, no hay. ¿Propuestas?, tampoco.
De repente me quedé pensando en la señora que me ayuda con la limpieza de mi casa, ella es la que rompe, de cuando en vez, una taza, un plato, yo me considero más cuidadoso, pero en realidad, el asunto es que las probabilidades en contra son de la señora, si yo no hago nada de lo que ella hace, tengo pocas probabilidades de romper nada.
Y de ese modo, ayudado por las noticias del diario Clarin, y la señora que me ayuda en casa, llegué a la misma conclusión, qué probabilidades tiene Macri de equivocarse, ninguna. No hace nada, cómo va a equivocarse.
La K, todas las probabilidades, ella hace, aunque se equivoque, va en alguna dirección, que si escucho a la señora que me ayuda con la casa, tengo que admitir que va en una dirección que no me favorece mucho, pero sí favorece a muchos.
Luego, me cerró que esa señora, que no tiene dinero para comprar el Clarín, ni el hábito de tomarse un café para el desayuno, leyéndolo, por la misma razón, entiende mejor la situación que yo.
La paradoja es que llegué a todas estas conclusiones leyendo a Clarín, donde nunca encontré ni una sola obra o proyecto de Macri, tan es así, que me sembró la idea que su única función es mantener limpia la ciudad y no lo hace bien, mientras que en el diario se ocupa de contarme todos los proyectos K, que según el punto de vista del diario, son todos malos, mientras que la señora que me ayuda con la limpieza de mi casa dice que es la primera vez en toda su vida que se siente representada.
Ahora se compró un auto ella. Yo sigo a pié, y cada vez más limitado, según Clarín, hay una especie de injusticia en que yo no tenga auto y la señora que me ayuda sí, aunque no entiendo bien aún qué es lo que no funciona para que la señora y yo tengamos autos, pero reflexioné que si no alcanza para los dos, cómo se decide cuál debe tenerlo.
Según Clarin, tengo que tenerlo yo a costa que personas como la señora que me ayuda no pueda obtenerlo.
En suma, menos mal que la confusión que tengo, me la esclarece Clarín todos los días, diciéndome qué hacen mal la K, para que yo, en vez de la señora, no tenga auto. En suma, parece que Clarín, conoce mejor que yo sobre la injusticia que representa esta situación.